viernes, 9 de abril de 2010

Bitacora dos

PENSAMIENTOS EN ISLAS

Desde el momento en que cerré los ojos en la clase ya no pensé más. No es que mi mente se haya desconectado, para nada, sino que solo los pensamientos necesarios aparecieron en la conciencia.
Rolé, y caminé por espacios desconocidos para mí hasta ese momento. El piso ya no era como lo había registrado, tenía una textura blanda más allá de la madera y de los clavos que aun percibía por el cambio de temperatura.
Noté que en la mitad del salón había un viento, un aire...y respiré.
Respiré y dejé salir un aliento viejo que hasta lo imaginé como un humo o algo así. Me sentí más liviano y bailé sin pensar en las formas o los pasos.
Ahí, desde ese lugar tan esperado como desconocido, soplé una danza que me sostuvo durante varios minutos...no se cuantos con precisión, pero si sé que descubrí el velo de una habitación que no había visto, con un ser danzante que esta vez era yo.
Cuando la luz del sol se acercó a la diagonal, sabía que tenía que salir, que dejar el espacio, y lo dejé. Entre sueños y vigilias, entre las puertas y el piso.


PENSAMIENTO DE BUDA

Cuando crece la hierba en el fin,
o cuando las hojas se vuelan en el viento de allá.
Cuando los días no cambian sus ejes
o cuando las algas ya flotan en linea.
Cuando las alas sin plumas se llenan
o cuando el espacio es vacío en el cielo.


PREGUNTAS ETÉREAS

Sin estar en la cama, estoy en el baño? Como y relincho pero no soy demócrata.
Aspiro a presidente pero no me quedan más chavetas. Soy un remolque de hilos, de preferencia sana.
Canto de arrullo y vuelo.
En el patio de alabanzas y en la pista de baile silbo el son de la mañana.